Hace algunos 10 años en cierta revista especializada en cine leí una reseña sobre un filme “de horror-cómico-musical” de 1975 que se había convertido en objeto de culto y ahondaba sobre vampiros trasvestis de la Transexual Transilvania. La verdad es que no pude contener mi morbo natural para verla y la renté. La primera sorpresa fue haber visto a Tim Curry (un actor que se parece demasiado a mi querido padre) vestido con corset, medias, liguero y maquillaje glam porque imaginé al autor de mis días asi vestido y no pude evitar una carcajada.
Uno de los primeros números en la travesía por esta bizarra obra de arte es el llamado “Baile del Sapo” (The Time Warp) que popularizara Timbiriche en los gloriosos 80’s, adornado con lentes oscuros, pelucas multicolores y personajes asexuales cuyo performance da la pauta de cómo estará el banquete completo en el castillo del doctor Frank-N-Furter.
La trama es sencilla: dos recién casados, Brad y Janet, quedan varados en la carretera cuando se les descompone su carro y deciden entrar a un castillo para pedir ayuda. En ese lugar se desarrolla una convención de Transilvania donde un doctor intenta darle vida a una creatura que fabricó con restos humanos y esto trae consecuencias tanto para los guampiros como para los humanos.
Si de verdad quieren ver vampiros transexuales, y no la pseudo-jotería de Twilight, renten “The Rocky Horror Picture Show” y dispónganse a hacer un viaje extraño que al final, y sin saber cómo entre tanta variedad de elementos, hace sentir que acabamos de ver una buena película.
Uno de los primeros números en la travesía por esta bizarra obra de arte es el llamado “Baile del Sapo” (The Time Warp) que popularizara Timbiriche en los gloriosos 80’s, adornado con lentes oscuros, pelucas multicolores y personajes asexuales cuyo performance da la pauta de cómo estará el banquete completo en el castillo del doctor Frank-N-Furter.
La trama es sencilla: dos recién casados, Brad y Janet, quedan varados en la carretera cuando se les descompone su carro y deciden entrar a un castillo para pedir ayuda. En ese lugar se desarrolla una convención de Transilvania donde un doctor intenta darle vida a una creatura que fabricó con restos humanos y esto trae consecuencias tanto para los guampiros como para los humanos.
Si de verdad quieren ver vampiros transexuales, y no la pseudo-jotería de Twilight, renten “The Rocky Horror Picture Show” y dispónganse a hacer un viaje extraño que al final, y sin saber cómo entre tanta variedad de elementos, hace sentir que acabamos de ver una buena película.