miércoles, 11 de marzo de 2009

Para dejar de preocuparnos por tonterías






La nota dice así:

Al niño británico Reece Fleming le diagnosticaron leucemia en julio de 2004, cuando contaba con 4 años de edad. En el 2008, los médicos le dieron tan sólo 5 semanas de vida. Entonces decidió pedirle la mano a su amiga del colegio Elleanor Purgslove. Y ella aceptó. El 4 de julio de 2008, los padres de Reece organizaron en su casa una boda fingida con anillos, civil y cena con limusina. Al día siguiente, Reece murió en su cama rodeado de su familia. Sus últimas palabras fueron: "Ahora puedo irme en paz".

Cuando terminé de leer se me hizo un nudo en las tripas porque son muchas las veces que me preocupo y me estreso por pendejadas que sólo consiguen quitarme tiempo y hacer que me pelee con gente que no tiene por que llevarla. Creo que si todos disfrutáramos todos los días, dejando a un lado el estres del tráfico, los gritos a la familia y a los amigos, las mortificaciones deoquis seríamos un poco mas felices. Así que como Reece, todos tenemos ya marcado el día de nuestra muerte aunque no sepamos cual es, y por lo mismo es hora de dedicarle más tiempo a lo que de verdad nos gusta y hace felices. Chido banda.

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