jueves, 18 de junio de 2009

Cuentos de la ciudad: La yumina y la palanca de velocidades


Hoy es jueves y creo que esta semana ya hemos cumplido la promesa de actualizar más y más seguido. Hoy, como ya saben, toca turno a la sección de las leyendas urbanas y la de hoy es una que seguramente toda la raza escuchaba en la secundaria cuando nuestras hormonas estaban a madres y cualquier escoba con pelos (como diría mi madre) nos levantaba el ánimo.

Esta leyenda comienza con una noche de copas, una noche loca de una morra que se fue al antro sin permiso de sus papás y con toda la loquera para pasársela bruto con sus amigas y algún guey que le pagara el pedo. Pero no contaba con que había un guey más inteligente que ella, que se acercó para efectivamente pagar las bebidas de la morra. Total que el guey quería echársela al plato pero como vió que la chava nomás no iba a prestar el equipaje pues venía preparado con una dosis de YUMINA, un estimulante para vacas que excitaría a cualquier mujer y la haría tener sexo inmediatamente contigo. Total que el guey le echó más de la dosis que le habían dicho y la morra empezó a mostrar los efectos de la chingadera hasta que de repente desapareció. El guey la buscó por todo el antro y no la encontró, salió y se encontró con la sorpresa de que su carro le había bajado el mandado: la morra estaba en chinga con la palanca de velocidades para satisfacer sus necesidades carnales. 
Esta historia se cuenta en muchos lugares y cambia de final, en el que a veces la morra esta con una escoba o con una botella que se le atora y tienen que llevarla al hospital para que se la saquen por que se puede morir.

Es muy chistoso que mucha gente y de distintos lugares casi está convencida de que en su ciudad sucedió esto y casi que dicen que conocieron a la víctima pero la verdad es que no, así sucede con la mayoría de las leyendas urbanas. La yohimbe, como es conocida por los veterinarios, es usada para alterar los ciclos reproductivos de las vacas y así poder procrear más, por lo que no tiene ninguna relación con la excitación animal y mucho menos de las mujeres. Además carnales, si la usan y llegaaaaraa remotamente a funcionar, no quiere decir que la morra va a desquitar esas ganas incontenibles de echar pasión con ustedes. Ahí se las dejo...

Comentenleeeee para ver cual quieren la semana que entra. No sean huevonessss



2 comentarios:

Samuel dijo...

lo mas cagado que cuando vamos en la secundaria con los "compas" según vamos a juntar unas viejas y a darles yumina o yumbina como se escriba pero en realidad nadie lo hace

Anónimo dijo...

No mames, la de la foto se parece a mi prima! jajajajaja!