Cuentos de la ciudad: La chamarra en la tumba

Jueves que da inicio con el fin de semana carnales que buen pedo la neta; y ya como costumbre hoy toca turno para escribir una leyenda urbana que mucha gente conoce, algunos en otros lugares, con distintos personajes y tiempos, pero la idea es la misma. Agarrense porque ahi les va...

Una noche de fiesta en aquel lugar, en el que se celebraba un baile de aqueeelllos, de esos que se dan muy pocas ocasiones y que la mayoria de la gente no se puede perder. Las muchachas del pueblo vestidas hermosas con vestidos brillosos y entallados; los hombres, recien salidos del trabajo, pero bien bañados, ya sin olor a sudor sino a perfume fresco.

Victor salio de su casa acompañado de su amigo Hector y prestos se dirigieron al Gran Salon donde se estaba armando la fiesta para todos; cuando llegaron la musica estaba empezando con un grupo que tocaba en el entarimado que estaba al final del salon y Victor moria por empezar a bailar con alguna de las jovenes que ahi se encotraban. Con la vista recorrio rapidamente el lugar y de inmediato localizo una muchacha de ojos bonitos color verde que, sola, estaba sentada cerca del sonido.

Como cohete se lanzo por ella antes de que se la ganaran y comenzo una platica en la que finalmente le pidio que lo acompañara a bailar. La pareja se dirigio a la pista siendo una de las primeras en hacerlo y una de las ultimas en irse.

La platica estuvo a pedir de boca toda la noche y Monica parecia disfrutar de la compañia y los galanteos de Victor hasta ya entrada la madrugada, momento en que le pidio a su bailador que la llevara a su casa que no quedaba muy lejos de ahi.

Salieron a la oscuridad y la brisa nocturna le erizo la piel a Monica que pidio a Victor su chamarra en lo que llegaban a su casa, sabiendo que el joven no le diria que no, ya que toda la noche la habia cortejado amablemente.

Al llegar a la casa se despidieron como si desde hace tiempo se hubieran conocido y Victor estaba feliz por haber encontrado, ademas de una pareja de baile, una muchacha linda con la que podia empezar a salir y quiza hasta conseguir un noviazgo. Tal fue su gusto que se olvido de pedir su chamarra y se acordo de esta hasta que llego a su casa y comenzo a desvestirse.

En la mañana como a las 10 se encamino a la casa de la joven y toco a la puerta hasta que alguien salio:

-Buenos dias, soy Victor, amigo de Monica. Se encuentra ella?-

Una señora de grandes pomulos y demacrados ojos le contesto:

-Esta usted tratando de jugarme una mala broma?-

El joven dijo: -Para nada, señora. Solo vengo a buscar a su hija porque anoche la acompañe hasta esta puerta y me olvide de pedirle mi chamarra. Es por eso que estoy aqui-.

A la mujer se le nublaron los ojos y tartamudeando dijo:

-M..m...mira muchacho no se a que se deba lo que me dices pero lo unico que te puedo decir es que mi hija Monica fallecio hoy exactamente hace 10 años-

-Como dice señora? Eso no puede ser posible, anoche estuvimos bailando en el Gran Salon y como le digo la acompañe hasta aqui-.

-Mira hijo, ese baile era su mas grande anhelo durante todo el año y me imagino que por eso la encontraste ahi. Mejor olvida la noche de ayer y disfruta tu vida mientras la tengas. Si quieres ver su tumba, ve al panteon y buscala-.

La mujer cerro la puerta y el joven se dirigio al camposanto del pueblo. Ahi, mientras caminaba vio un bulto sobre una lapida. Conforme se acercaba la figura cobraba forma y de repente se dio cuenta que era su chamarra. Camino hacia la tumba y leyo:

Monica Hernandez Aguilar

1970-1993

Le recuerdan sus padres y hermanos

Tomo su chamarra y mejor se fue.